Sesión 03

En esta tercera sesión del curso "Cómo comenzar una iglesia", se exploran las diez características fundamentales que definen a una iglesia exitosa según el modelo establecido en el libro de Hechos. La lección resalta la importancia de integrar estos elementos en el desarrollo de una iglesia local para que cumpla su propósito divino y tenga un impacto positivo en la comunidad.

1. Unidad y armonía

La primera característica de una iglesia exitosa es la unidad, como se describe en Hechos 2:1, donde los creyentes estaban "unánimes juntos". La iglesia debe destacarse por su espíritu de armonía, donde los intereses del cuerpo en su totalidad prevalezcan sobre los intereses individuales. Cuando un miembro se beneficia, todos se benefician; cuando uno sufre, todos sufren. Este espíritu de unidad es esencial para la salud espiritual y el crecimiento de la iglesia.

2. Fidelidad

La fidelidad es una marca distintiva de una iglesia exitosa. Los primeros creyentes se reunían regularmente con propósito y dedicación, priorizando su compromiso con Dios y con los demás. La iglesia existe para dos propósitos principales: la extensión del Evangelio (su meta) y el fortalecimiento espiritual de sus miembros (su función). Ambas deben estar en equilibrio para que la iglesia prospere.

3. Dependencia del Espíritu Santo

El poder de una iglesia no proviene de programas, actividades o talentos humanos, sino del Espíritu Santo. En Hechos 2:4, los creyentes fueron llenos del Espíritu Santo, lo que les permitió cumplir su misión de manera efectiva. La dependencia del Espíritu Santo asegura que los esfuerzos de la iglesia sean fructíferos y estén alineados con la voluntad de Dios.

4. Predicación efectiva

La predicación es el núcleo de una iglesia exitosa. Según Hechos 2:14, Pedro se levantó y proclamó el Evangelio con valentía. La predicación no solo es para la salvación de los inconversos, sino también para edificar y fortalecer a los creyentes. Es importante que la predicación sea clara, directa y centrada en la Palabra de Dios, superando actividades secundarias como programas o eventos que no deben reemplazar su importancia.

5. Conversión de almas

Una iglesia que no gana almas está en peligro de estancarse y perder su propósito. En Hechos 2:41, tres mil personas fueron añadidas a la iglesia en un solo día como resultado de la predicación del Evangelio. La conversión de almas no solo contribuye al crecimiento numérico de la iglesia, sino que también cumple con el mandato divino de evangelizar y discipular a otros.

6. Bautismos inmediatos

El bautismo es la primera ordenanza de la iglesia y debe realizarse inmediatamente después de que una persona acepta a Cristo, como se observa en Hechos 2:41. No hay base bíblica para retrasar el bautismo, ya que este acto de obediencia simboliza la muerte, sepultura y resurrección de Cristo, así como la nueva vida del creyente.

7. Estudio bíblico y enseñanza

El estudio de la doctrina es fundamental para el crecimiento espiritual de los miembros de la iglesia. En Hechos 2:42, los creyentes perseveraban en la doctrina de los apóstoles, la comunión, el partimiento del pan y las oraciones. Este enfoque en la enseñanza asegura que los miembros estén bien fundamentados en las Escrituras y preparados para enfrentar los desafíos de la vida cristiana.

8. La Cena del Señor

La Cena del Señor es la segunda ordenanza de la iglesia y un símbolo importante que recuerda el sacrificio de Cristo. El pan representa el cuerpo inmolado de Cristo y el jugo de uva simboliza su sangre derramada. Aunque la frecuencia de su celebración varía entre las iglesias, debe realizarse de manera reverente y conforme a la enseñanza bíblica.

9. Ofrecimiento generoso

Las ofrendas y los diezmos son una parte esencial del funcionamiento de la iglesia, como se describe en Hechos 2:45, donde los creyentes compartían sus bienes según las necesidades. El diezmo, que representa el 10% de los ingresos de una persona, es un acto de obediencia a Dios. Además, las ofrendas permiten que la iglesia lleve a cabo su misión de evangelismo y discipulado. El líder debe poner el ejemplo siendo generoso y transparente en su manejo de los recursos.

10. Evangelismo personal

El evangelismo personal es el corazón del crecimiento espiritual de una iglesia. En Hechos 2:47, se menciona que "el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos". Esto implica que no solo los líderes, sino todos los miembros de la iglesia, tienen la responsabilidad de compartir el Evangelio. Ganar almas no es un método para aumentar la membresía de la iglesia, sino una obediencia al mandato de Dios.

Otras enseñanzas importantes

Compromiso constante:
La asistencia y la participación activa en la iglesia deben ser consistentes. Esto incluye la preparación para los cultos, la enseñanza y el discipulado. Las fluctuaciones en asistencia son comunes, especialmente en los primeros años, pero el líder debe mantener una actitud positiva y perseverar en la misión.

Cuidado pastoral:
El pastor debe involucrarse personalmente en las vidas de los miembros, demostrando amor y cuidado genuinos. Esto no solo fortalece la relación entre el líder y la congregación, sino que también ayuda a que los miembros se sientan valorados y apoyados.

Obediencia y liderazgo:
La iglesia debe ser un modelo de obediencia a los mandatos de Dios. El líder debe ser un ejemplo en todas las áreas, desde el evangelismo hasta la administración de los recursos. La obediencia es la clave para recibir la bendición de Dios y mantener el enfoque en el propósito de la iglesia.

Conclusión

La sesión 3 del curso enfatiza la necesidad de adoptar las características de la iglesia del libro de Hechos para construir una iglesia exitosa y fiel a la misión divina. Estas características incluyen unidad, fidelidad, dependencia del Espíritu Santo, predicación efectiva, evangelismo personal y cuidado pastoral. A través de la obediencia y el compromiso con estos principios, una iglesia local puede florecer espiritualmente y cumplir con su llamado de ser una luz en su comunidad.

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